Durante la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2019., llevada a cabo en Costa Rica con la participación de representantes de Gobiernos de 34 países de América y el Caribe, el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, afirmó que Latinoamérica y el Caribe “lo tienen todo” para brindar seguridad alimentaria al planeta, pero que se requieren grandes esfuerzos para eliminar brechas sociales.
¨Somos la región exportadora neta de alimentos más grande del mundo”, manifestó y señaló que pese al gran potencial de la región, existe un “círculo vicioso” de pobreza y exclusión que afecta de manera fuerte a las zonas rurales de Latinoamérica y el Caribe.
Según los datos citados por Otero, en esta región hay unos 59 millones de personas pobres en zonas rurales, que equivale al 46 % de la población de esas áreas.
“Es imperativo romper círculo vicioso de la pobreza y la exclusión. Que las zonas rurales de una vez por todas se vean como zonas de progreso, de oportunidades y de calidad de vida. El sueño es que la gente que se ha ido quiera volver a las zonas rurales”, expresó el director del IICA.
La región cuenta con una cuarta parte de las tierras cultivables y una tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo, y además sus exportaciones de productos agrícolas corresponden al 15 % del total global.
Otero señaló que son necesarias políticas de largo plazo para el crecimiento y el progreso de la agricultura y la ruralidad, en áreas como la industrialización inteligente que agregue valor a la agricultura, acciones de responsabilidad social y agricultura inteligente en materia nutricional.
“Somos la región exportadora neta de alimentos más grande del mundo, debemos estar orgullosos de esto pero podemos hacer más”, expresó.
El director del IICA citó algunos ejemplos de ganadería sostenible y baja en carbono en países como Colombia, Brasil y Argentina, e hizo énfasis en la necesidad de impulsar la bioeconomía (producción y consumo alineados con protección del ambiente y mitigación del cambio climático).
Los datos citados por Otero indican que las ventas de bioproductos a nivel global están creciendo a un ritmo del 7,5 %, mientras que los agrícolas tradicionales a un 2,5 %.
Otero señaló que existe una agenda pendiente en cuanto a brechas de productividad, el aprovechamiento de recursos biológicos, agricultura familiar y uso de tecnologías.
“Es urgente que los agricultores familiares sean parte de la solución y no del problema, ellos son decisivos y deben tener acceso al crédito y a tierras”, apuntó.
Otros temas centrales de discusión fueron la inclusión rural en la era digital, equilibrios entre productividad y sostenibilidad; la interacción entre sanidad, inocuidad y comercio internacional, todos ellos claves para el sector agropecuario continental. Ese temario refleja también los desafíos económicos, sociales, ambientales y demográficos que enfrenta el sector agropecuario de las Américas para garantizar en los próximos años la seguridad alimentaria global en el marco de un aumento de la población y de presiones sobre los recursos naturales.
La reunión de ministros también brindó espacios de diálogo entre los representantes de gobiernos y el sector privado, en los que participarán empresas vinculadas con la producción agrícola como Bayer, Corteva y Microsoft.
Durante el evento también se celebró la reunión de la Junta Interamericana de Agricultura (JIA), máxima instancia de gobierno del IICA y que integran los 34 ministros de Agricultura de los países miembros del Instituto. Los debates y las deliberaciones de los ministros y secretarios de Agricultura servirán también para guiar e impulsar la modernización de este sector en las Américas y dar un decisivo respaldo a las acciones de renovación institucional que implementa el IICA.
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