El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) firmaron una carta de intención para implementar tecnologías de acceso al agua en la zona de NOA, NEA y Cuyo, que resuelva problemáticas de disponibilidad, consumo y riego en esa región.

 

En un encuentro virtual, la presidenta del INTA, Susana Mirassou, y el representante de FAO en Argentina, Tito Efraín Díaz, se comprometieron a facilitar el acceso al agua al sector productivo de la agricultura familiar, campesina e indígena, que les permita generar oportunidades para el desarrollo territorial.

 

El proyecto, llamado “Asistencia Técnica en la identificación y preparación de iniciativas del Plan de Acceso al Agua” (PAA) junto al “Plan nacional de Riego” (PNR) busca “adaptar tecnologías de acceso al agua para uso multipropósito y además promover “el arraigo rural e inclusión productiva de jóvenes y mujeres”, informaron las autoridades.
La demanda de comunidades rurales y organizaciones de productores posibilitó idear un proyecto que contemple las necesidades de la población, en la que la falta de seguridad en el acceso al agua para producción, uso doméstico y saneamiento “configuran un problema de urgente solución en la lucha contra el hambre” señalaron.
Uno de los objetivos trazados es el de implementar la herramienta AGRI World Sources en las regiones de NOA, NEA y Cuyo, una herramienta de sistema de información geográfica (SIG) automatizada que integra información disponible del terreno, suelo y clima junto con modelos matemáticos e hidrológicos, los cuales identifican fuentes de agua para riego a pequeña escala. La herramienta, desarrollada en software libre y código abierto, permite identificar sitios potenciales para implementar tomas de agua, drenajes o para la recolección de agua de lluvia, lo que posibilita acortar el tiempo para encontrar fuentes viables de agua que se utilizarán para la agricultura.

 

“El impacto originado por la pandemia por Covid 19 demanda nuevos desafíos que nos obligan a seguir innovando, con propuestas nuevas, socios estratégicos, por esta razón nos sentimos muy honrados de compartir esta alianza que nos permitirá aportar a la economía y el desarrollo sostenible del país en temas clave como el acceso al agua, biodiversidad, adaptación de la agricultura al cambio climático, seguridad alimentaria y nutrición para la reducción de la pobreza”, declaró Díaz.

 

“Con FAO, existe un trabajo muy fuerte de equipos técnicos y es por eso, que llamamos a potenciar las investigaciones en riego, la divulgación de distintas herramientas que puedan ayudarnos a mejorar y aportar a la innovación, al desarrollo sostenible de los distintos grupos de productores y productoras, apostando al desarrollo de nuestro sector agropecuario”, explico la presidente del INTA.

 

Luis Loyola, ingeniero en Infraestructura Rural y Riego de FAO, resaltó que en una primera etapa “estamos trabajando con la actualización del estudio a través de instrumentos de financiamiento existentes como el Proyecto de Inclusión Socio Económica en Áreas Rurales (PISEAR), financiado parcialmente por el Banco Mundial, con el fin de generar más instrumentos para la toma de decisiones en conjunto con el INTA validando, interactuando y trabajando en distintas actividades”.
El rol de la FAO en este proyecto será asistir al Gobierno técnicamente para avanzar en una estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutrición de corto, mediano y largo plazo, con el propósito de cumplir con el objetivo de Hambre Cero de cara al 2030.