El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina acordaron cooperar para certificar sistemas de producción sostenibles, investigación en biotecnología y fortalecer escuelas agrotécnicas.

El objetivo es avanzar con un sistema de certificación internacional de las prácticas de producción sostenible y dar más volumen a la investigación científica en biotecnología, rubro en el que Argentina es una referencia de prestigio en el mundo.

“De la Conferencia Mundial de Cambio Climático de Glasgow trajimos la demanda internacional de certificar nuestros sistemas de producción alimentaria bajos en carbono. Lo primero que tenemos que hacer para ello es definir, en conjunto con facultades de agronomía y veterinaria, del sector público y privado, cuáles serán las autoridades certificadoras”, afirmó en un comunicado del IICA el ministro argentino, Julián Domínguez.

El director general del IICA Otero puso a disposición el trabajo del IICA para colaborar en los objetivos trazados por el gobierno argentino con la meta de mejorar la productividad y la sostenibilidad económica, social y ambiental de la agricultura argentina, cuyo desarrollo es reconocido en la región y en el mundo.

 

“El IICA tiene que trabajar en función de las agendas de los ministerios de Agricultura de las Américas, de manera que hacemos propias las prioridades de Argentina. El Instituto es un puente para establecer una agenda en común y conectar conocimientos y experiencias entre los países y los actores de las Américas, en primer lugar, y también con otras regiones del mundo”, dijo Otero.

En este sentido, el funcionario argentino remarcó que “Es muy importante para nosotros seguir avanzando en la investigación científica y la biotecnología y, para ello, queremos seguir más de cerca lo que están haciendo las empresas líderes en el mundo en esta materia”.

Durante su misión oficial en Argentina, Otero se reunió también con el jefe del Gabinete de Ministros, Juan Manzur, y con el Canciller, Santiago Cafiero, con quienes coincidió en que las decisiones que se adopten para transformar los sistemas agroalimentarios deben estar basadas en ciencia y en que las nuevas tecnologías constituyen una herramienta imprescindible para avanzar hacia una agricultura más productiva y sostenible.

Cafiero y Otero destacaron que la agricultura es un eje estratégico para la recuperación económica en la pos pandemia del Covid-19 y para la proyección de Argentina como gran productor de alimentos y dueño de un muy relevante stock de tecnología y conocimientos en temas agropecuarios, que está disponible para el intercambio y ya está siendo compartido con otros países de la región.

Otero enfatizó el nivel de excelencia de la investigación científica agropecuaria de Argentina. “El país está en una etapa muy avanzada en lo referente a la biotecnología aplicada a la agricultura, por todos los desarrollos tecnológicos y por el empeño que pone en los temas de bioseguridad”.

“Por todo lo que se está avanzando, no sólo en transgénicos sino también en los nuevos temas de edición génica, Argentina es un país líder a nivel continental, que puede y que debe compartir esos conocimientos con otros países de nuestro continente. Hay una toma de conciencia sobre la importancia de la agricultura y nosotros debemos defenderla. Los problemas se resuelven con más ciencia e innovación, defendiendo la viabilidad de los agricultores familiares y creando las condiciones para una agricultura más sostenible y más inclusiva”, enfatizó.

Para Otero, la producción de alimentos, no solo en cantidad sino también en calidad nutricional, será el tema de agenda de los próximos 15 o 20 años y  “la Argentina está preparada”, afirmó.