“LOS DESAFÍOS DEL FUTURO”

Estimados Colegas:
El pasar muchos años en el seno de distintas organizaciones proporciona, indefectiblemente, un conocimiento acerca de su funcionamiento. En efecto, con el correr del tiempo, uno aprende que la base para que cualquier institución pueda perpetuarse en el tiempo son los vínculos entre las personas que se desempeñan en ella. Puede haber recursos económicos, objetivos claros e incluso una adecuada ética laboral individual, pero si no hay sentido de unidad y verdadero trabajo en equipo, las perspectivas no son buenas.
Reitero: la clave de la vida institucional está en los vínculos entre sus miembros. Y el atributo que hace a la calidad de esos vínculos es la confianza. Allí es donde quiero detenerme: por un lado, para destacar el equipo humano que tenemos en ALASA; por el otro, para agradecer la confianza que los Asociados y los miembros del Directorio han depositado en mi persona al elegirme para ocupar nuevamente la Presidencia de esta prestigiosa entidad.
Tenemos por delante grandes desafíos. Como hombres de negocio vinculados a la actividad aseguradora, pero sobre todo como ciudadanos del mundo, no debemos perder de vista que lo que hacemos debe tener un efecto positivo en la gente.
En este presente, pero sobre todo en las décadas venideras, la humanidad se enfrenta a un dilema crucial: cómo producir alimentos para una población creciente y hacerlo de una manera sostenible desde la perspectiva medioambiental, dado el agotamiento de los recursos naturales en nuestro planeta.
Pero este no es un desafío abstracto, sino que nos convoca a nosotros como mujeres y hombres de acción. Donde cada uno, desde su rol y experiencia, haga su aporte para caminar en pos de esa visión.
Y quienes desde nuestras propias compañías y desde ALASA trabajamos para fomentar el desarrollo del Seguro Agropecuario en los países latinoamericanos, estamos trabajando también por ese principio de previsibilidad y sustentabilidad agroalimentaria.
Es nuestro deber seguir visibilizando la faceta más social del Seguro Agropecuario, pues no es solo una indispensable herramienta de previsión para garantizar la seguridad financiera de incontables productores rurales en un contexto donde el clima aporta una enorme cuota de incertidumbre, sino que además permite la continuidad de una actividad que constituye el sostén de la economía de numerosos países emergentes, haciendo posible con ello la satisfacción de las necesidades alimenticias de los habitantes de las diversas naciones.
Ese es nuestro compromiso como institución, hacia allí debemos seguir caminando. Pero para que verdaderamente tengamos éxito en esta misión, debemos sumar también el compromiso de los Gobiernos para que se involucren en la gestión de riesgo y que de esta manera los seguros puedan colaborar en los programas públicos tendientes a garantizar la sustentabilidad de la actividad agropecuaria. Lo mismo aplica al resto de los actores de la cadena de valor, bajo la premisa de que cada uno, desde el lugar que ocupa, puede ayudar a implementar programas, a dar previsibilidad y a imponer buenas prácticas, para que en conjunto logremos una mejora en la gestión integral del seguro agropecuario.
Desde ALASA, brindaremos el soporte necesario y aportaremos nuestra experiencia como institución para llevar a cabo esta tarea entre todos, pues estamos convencidos de que la mejor manera de alcanzar los objetivos es trabajando en equipo, potenciando así lo que cada uno tiene para ofrecer. Solo así podremos seguir expandiendo nuestro horizonte de actividad y adecuarnos a un escenario en permanente transformación, adoptando las nuevas tendencias.
Esto último no es menor, ya que debemos tener siempre a la tecnología como aliada, fundamentalmente en esta época en que las transformaciones tecnológicas son cada vez más rápidas y profundas. Y cuando digo que debe ser una aliada me refiero a que debemos servirnos de ella para ser cada vez más efectivos en el logro de los objetivos que nos propongamos y para garantizar el acceso a la información, clave para el desarrollo e implementación de cualquier programa.
Para finalizar, quiero renovar el agradecimiento a todos los miembros de la familia de ALASA por haberme confiado esta tarea, que cumpliré con entusiasmo y teniendo siempre en vista las nobles metas que orientan el accionar de nuestra entidad.

Cordialmente,

Néstor Abatidaga
Presidente